La HGH no puede causar cáncer bajo ninguna circunstancia. No hay estudios concretos que lo demuestren, pero hay una lógica detrás de esta afirmación. La HGH es una hormona del desarrollo que hace crecer al organismo, que también le ayuda a regenerarse y le da un buen impulso para desarrollarse. Durante décadas se ha recetado a niños con retrasos en el desarrollo y ninguno de ellos ha desarrollado cáncer.

El cáncer está causado simplemente por ciertas combinaciones de errores desafortunados en el ADN de las células de un individuo. Durante cada ciclo vital de 10 años, el nivel de hormonas del crecimiento en el cuerpo humano disminuye aproximadamente a la mitad. Los bebés las tienen en abundancia, mientras que los ancianos sólo las suficientes para mantener su metabolismo en buena forma. Algunas personas han utilizado unas 4 UI de HGH al día durante más de 10 años, durante aproximadamente el 60% de cada año, permitiéndose descansos del 40% entre ciclos. Estas personas nunca han tenido cáncer. Al contrario, incluso les ha ayudado a evitar el cáncer rejuveneciendo el sistema inmunitario de su organismo.

¿Pueden las hormonas del crecimiento acelerar el desarrollo de un cáncer existente?

Se trata de una pregunta totalmente distinta sobre este tema concreto. Normalmente, la HGH acelera el desarrollo de cualquier célula que se reproduzca infinitamente, como el pelo, las uñas, la piel, entre otras. En otras palabras, cualquier cosa que pueda y quiera crecer recibe un gran impulso para lograr un resultado óptimo con las hormonas del crecimiento humano. Sin embargo, si alguna vez has padecido cáncer, es muy recomendable que dejes de tomar HGH. Aunque utilices una buena marca, es mejor evitar continuar la cura para proteger tu metabolismo.